sábado, 27 de marzo de 2010

CONOCE EXTREMADURA IV: RESERVA NATURAL DE LA GARGANTA DE LOS INFIERNOS

La reserva está comprendida entre la vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de la Sierra de Gredos y el río Jerte. Situada en cabecera de la comarca delValle del Jerte, es la puerta de entrada a la Comunidad Autónoma de Extremadura desde la provincia de Ávila.

La reserva cuenta con abundantes saltos de agua, arroyos, cascadas, piscinas naturales y grandes pozas excavadas por la erosión circular del agua de los ríos. Los elevados índices de humedad contribuyen a su vez a potenciar una vegetación de gran valor ecológico con ecosistemas de bosque caducifolio, bosque de ribera, piornales serranos y pastizales alpinos. La fauna es autóctona y muy abundante, albergando varias especies en peligro de extinción.

En la Garganta de los Infiernos, debido a la variación altitudinal que oscila entre los 600 y 2.000 metros, encontramos una diversa vegetación:
  • Bosques Caducifolios: Con árboles como el roble, el espino, el madroño, el castaño o el cerezo.
  • Bosques de Ribera: La abundancia de cursos de agua, crea numerosas zonas húmedas de las que se aprovechan especies arbóreas como el aliso, el fresno y el sauce. En menor cantidad, pero de gran importancia por su escasez, especies protegidas como el tejo, el acebo y el abedul.
  • Pastizales alpinos: En las cumbres se forman pastizales alpinos en los que se encuentra el Alpe, la Genciana, el brezo y el azafrán serrano
  • Piornales serranos: El piornal es un matorral adaptado a condiciones adversas, que crece en las zonas altas donde por temperatura o por composición del suelo, es difícil encontrar otra vegetación.
Dada la diversidad de pequeños microclimas por la diferencia de alturas de la reserva, las especies faunísticas son numerosas y muy distintas entre sí. El gato montés, la gineta, la nutria, la cabra montés y el extraño desmán. Un mamífero de costumbres acuáticas muy difícil de ver. Entre las aves, encontramos el mirlo, el arrendajo, la oropéndola, la abubilla y el rabilargo. Rapaces como el águila real, el buitre leonado, el búho real, el halcón peregrino, el milano, el gavilán, el azor, el halcón abejero y  el Ratonero. A destacar, aunque desafortunadamente cada vez más escasa, la cigüeña negra.


Para Saber más...



martes, 16 de marzo de 2010

TIBURONES IBÉRICOS

En las aguas ibéricas existen contabilizadas nada menos que unas 90 especies de tiburones, incluso cerca de las Islas Italianas se ha encontrado una zona de "cría" del tiburón blanco, el Gran Jaquetón.



Entre las especies mas comunes en el Mediterráneo esta el tiburón mako o marrajo, una de las más peligrosas por su increíble fuerza y su gran velocidad (hasta 90km/h), ha habido estudios sobre este animal en dicho mar, e incluso se han dado numerosos avistamientos. Aunque también habitan grandes tiburones pelágicos como el marrajo de aleta corta, el amenazado cailón, la tintorera, el zorro, el zorro de ojo grande, la cornudilla e incluso el gran tiburón blanco, además de otros tiburones más modestos como la pintarroja, el alitán, el cazón.

No obstante a esta gran variedad de especies, muy pocas pueden resultar peligrosas. De las 90 variedades encontradas en el litoral mediterráneo solo el tiburón blanco, toro y marrajo son considerados “peligrosos”. El gran blanco, es difícil de encontrar, aunque fue el autor de los 2 únicos ataques reportados en España (sin consecuencias fatales).

El primero tuvo lugar en Tarifa, provincia de Cádiz, el 18 de marzo de 1986 a las 10:55 de la mañana. La víctima, J.L Pérez-Díaz. Estaba practicando windsurf a unos 300 metros de la playa cuando algo le hizo caer en su tabla. Mientras estaba tumbado sobre ella, un tiburón salió a la superficie, le atacó y le mordió la pierna. El tiburón, que sobrepasaba los 3,5 metros, le liberó aunque dejándole gravemente herido. Posteriormente, le tuvo que ser amputado el pie. No se conoce con exactitud la especie, aunque por la descripción de la víctima y de otros windsurfistas que fueron testigos parece ser que pudo tratarse de un Carcharodon carcharías.

El segundo tuvo lugar el 3 de septiembre de 1993 a las 8:00 de la mañana, en la Playa de Arenes, (Valencia). La víctima, Jorge Durich Hernández, nadaba a unos 200 metros de la costa cuando fue atacado en la superficie por un pez que le hirió en los pies, cortando algunos dedos. Se especuló sobre la especie pero no se llegó a saber cual era. Se le considera como un ataque muy dudoso.

El Tiburón Toro y el Marrajo son bastante infrecuentes aunque su presencia también está probada, principalmente en Canarias, los grandes blancos tienden a concentrase en las proximidades de Malta y en la costa sur de Sicilia.

Este artículo es cortesía de La Enciclopedia de tiburones (TIBURONPEDIA)

sábado, 6 de marzo de 2010

"EL MONJE DE LA DEHESA" ES AVE DEL AÑO 2010...

El majestuoso Buitre Negro ( Aegypius monachus) es el ave rapaz más grande de España, En los años setenta llegó a ser una especie muy escasa y amenazada, con menos de 200 parejas reproductoras. Desde entonces su población se ha multiplicado por diez, llegando a superar las 2.000 parejas en la actualidad. De hecho, cada vez es más frecuente observar a los buitres negros planeando sobre nuestras sierras y dehesas en muchas partes de la geografía española.

A pesar de estos datos tan esperanzadores, algunas amenazas, como el veneno, siguen causando demasiadas muertes, y otras, como la reducción de sus fuentes de alimento, parecen estar incidiendo con mayor importancia en los últimos años. Estos problemas son comunes a otras especies de rapaces que se alimentan de animales muertos, como el buitre leonado, el alimoche, el quebrantahuesos y los milanos. Por todo ello SEO/BirdLife ha elegido al buitre negro como ave del año 2010, para poner de manifiesto las amenazas sobre ésta y otras especies de rapaces carroñeras, la limitación que supone para sus poblaciones y las medidas y el trabajo a realizar entre todos los sectores implicados con el fin de que estos factores de amenaza desaparezcan.

La mayor parte de la población europea de buitre negro vive en España, donde su área de nidificación se encuentra limitada al cuadrante suroeste de la Península Ibérica y al norte de la isla de Mallorca. En 2006, cuando se realizó el último censo nacional la población española estaba formada por 35 colonias y 5 parejas aisladas que sumaban entre 1.845 y 2.440 parejas reproductoras.

Sus colonias se localizan en el Sistema Central en Madrid, Segovia y Ávila, en las sierras del norte de Cáceres y sur de Salamanca, sierras de Monfragüe y sierra de San Pedro en Extremadura, Montes de Toledo, sierras de Canalizos y Alcudia en Castilla-La Mancha, Sierra Norte de Sevilla, Hornachuelos, Andújar y Sierra Pelada en Andalucía, y por último, en Baleares, en la sierra de Tramuntana. Extremadura es la comunidad autónoma con mayor número de ejemplares, concretamente en la provincia de Cáceres (847 parejas) se encuentra el 45% de la población de buitre negro de toda España. También hay que destacar las poblaciones de Ciudad Real (365 parejas), Ávila (129 parejas) y Salamanca (71 parejas).

Posiblemente la mayor causa de mortalidad del buitre negro es el uso ilegal de cebos envenenados utilizados en fincas cinegéticas o ganadería. Se han encontrado cerca de 500 buitres negros envenenados entre 1996 y 2001, pero dado que sólo se localiza un pequeño porcentaje de las aves que mueren envenenadas, la cifra debe ser mucho mayor.

La eliminación sistemática del ganado muerto en el campo, a raíz de las estrictas medidas preventivas adoptadas durante la última década contra ciertas enfermedades, y la aparición de algunas enfermedades del conejo, han reducido la cantidad de alimento disponible para las aves carroñeras.

Otras amenazas específicas para el buitre negro son la realización inapropiada de determinados trabajos y aprovechamientos forestales, así como la gestión inadecuada de los montes como la apertura de pistas, cortafuegos, accesos a excursionistas, etc. Algunas muertes se deben a incendios forestales. La colisión con tendidos eléctricos y la electrocución es poco importante en el buitre negro, pero podría aumentar por la proliferación de tendidos asociados a parques eólicos en muchas áreas de España.

Estas fotografía son de un pollo volado  de Buitre Negro en Septiembre de 2005 electrocutado en una línea de alta tensión en las inmediaciones de su nido en las Sierras de Cañaveral. 





Como para muchas de las especies prioritarias del Libro Rojo de las Aves de España, SEO/BirdLife realiza numerosas acciones con el fin de frenar las amenazas que ponen en riesgo a las poblaciones de buitre negro.

En primer lugar, SEO/BirdLife es una de las organizaciones españolas más activas en la lucha contra el veneno, denunciando y personándose en todos los casos de envenenamiento de especies prioritarias.

Además SEO/BirdLife ha trabajado intensamente para conseguir el cambio de las normas que regulan el uso de los cadáveres hacia una legislación que permita asegurar la disponibilidad de alimento en la naturaleza para las especies de aves carroñeras, como el buitre negro

Durante los últimos años se han realizado sugerencias y alegaciones a proyectos que podían tener un impacto negativo. Además, se denuncian las actuaciones que pueden suponer molestias durante el periodo reproductor, como trabajos y aprovechamientos forestales inapropiados, apertura de pistas, etc…, o que podrían causar pérdida de hábitat de cría. En concreto, SEO/BirdLife ha velado para que la proliferación de parques eólicos, los tendidos eléctricos y otras infraestructuras se realice adecuadamente sin que supongan un impacto severo para las aves o sus hábitats.

En la actualidad SEO/BirdLife está realizando trabajos de campo en dos de las colonias de buitre negro más importantes de España como son el Parque Nacional de Cabañeros en Ciudad Real y el Parque Natural de Peñalara en Madrid.

Tanto en estos como en otros espacios protegidos que albergan importantes colonias de buitre negro, como el Parque Nacional de Monfragüe, se ha realizado campañas de voluntariado con actividades de conservación.




Fuente texto: SEO / Birdlife
Fotografías: Emilio José Orovengua López